Dembélé no escarmienta y llega dos horas tarde
Cuando parecía que Ousmane Dembélé había captado el mensaje que le lanzó el Barcelona, tanto desde su directiva como desde el propio vestuario, reclamándole más compromiso y seriedad, ha vuelto a protagonizar un incidente que pone en evidencia su escasa responsabilidad hacia su profesión y al club que le paga. El francés, que ayer fue uno de los jugadores destacados en el derbi ante el Espanyol y anotó un gol tras un magnífico pase de Leo Messi, volvió a llegar tarde al entrenamiento. El atacante galo se quedó dormido y se presentó dos horas tarde a una sesión que estaba programada a las once de la mañana, hora nada intempestiva para cualquier persona que sigue unos hábitos saludables con respecto al descanso. Aunque estaba convocado junto al resto de titulares que jugaron ante el Espanyol, Dembélé no se presentó a la hora que se le había dicho aunque sí hizo acto de presencia y se ejercitó en solitario. Sin duda es un paso atrás en su intento de integrarse en un vestuario que ya la ha dado varios toques de atención. Este martes se disputa el encuentro de Champions entre el Barça y el Tottenham, correspondiente a la última jornadas de la fase de grupos, y presumiblemente Dembélé estará en la grada si Valverde decide volver a castigarle. No sería el primer castigo que sufriría Dembélé que hace escasamente un mes ya se quedó fuera de la convocatoria para el partido ante el Betis. En aquella ocasión, la paciencia de Valverde se agotó después de que una presunta grastroenteritis le impidiera ir a entrenarse y estuviera ilocalizable durante buena parte de la mañana. Un médico del club tuvo que ir a visitarle a su casa y según ha trascendido, el panorama que se encontró al llegar al domicilio particular del galo no reflejaba el estilo de vida de un futbolista de elite. No fue el único acto de indisciplina de Dembélé, que ha recibido duros correctivos por parte de la plantilla. Ivan Rakitic ya le envió un contundente mensaje cuando demostró con desidia su disconformidad por las alineaciones de Valverde al demorarse en exceso a la hora de entrar al campo por un lesionado Leo Messi, lo que provocó que el Barcelona jugara mucho tiempo con un hombre menos ante el Sevilla y encajara un gol. Gerard Piqué, Sergio Busquets y Luis Suárez no dudaron en criticar públicamente al jugador en un intento porque el futbolista espabilara y recondujera una situación que parecía haber resuelto en las últimas semanas tras una reunión entre los ejecutivos del Barcelona y el representante del futbolista, Moussa Sissoko. Entonces el secretario técnico del club catalán, Eric Abidal, también mantuvo una charla con el propio Dembélé y le reiteró la confianza del club pero la necesidad de que diera un giro de 180 grados a su estilo de vida. Este acto de indisciplina del extremo galo junto con la lesión que sufrió Malcom ante la Cultural Leonesa podría significarle una nueva oportunidad a Munir o incluso a Denis Suárez que ante el Espanyol disputó sus primeros minutos en Liga. De todas formas, el que parece tener más números para acompañar a Messi y Luis Suárez es Coutinho, que el sábado empezó el partido desde el banquillo en lo que también debe entenderse como un toque de atención por su bajo estado de forma.
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