Guía de las 500 Millas de Indianápolis

Fernando Alonso se enfrenta por tercera vez, tras sus intentos de 2017 y 2018, a una carrera diferente. Nada que ver con la Fórmula 1 o con cualquier otra competición de velocidad. Las 500 Millas de Indianápolis tienen sus propias reglas, algunas de ellas inamovibles desde que se creó en 1911. La primera de ellas, la salida: «Ladies and gentlemen, start your engines», «Damas y caballeros, enciendan sus motores». El Indianapolis Motor Speedway, el circuito donde se celebra la prueba, es un impresionante óvalo de poco más de 4 kilómetros de longitud que pasa por ser el escenario deportivo de mayor capacidad en el mundo: 257.000 espectadores. El trazado cuenta también con variantes en el interior del óvalo, utilizadas entre otras carreras en el antiguo GP de Estados Unidos de Fórmula 1 o en el Mundial de MotoGP. La zona más característica del circuito es su línea de meta, que mantiene los ladrillos originales con los que se construyó el circuito. Ninguno de los reasfaltados posteriores ha modificado esa histórica yarda. La carrera. Se disputa a 200 vueltas y gana el que cruza la raya el primero, sin tener en cuenta velocidades medias ni otros cálculos. No hay coche de seguridad, sino un pace car, que establece un ritmo alto para el pelotón. En caso de lluvia, la carrera podría establecerse a 101 vueltas, la mitad más una. La organización dispone de máquinas secadoras para limpiar la pista de agua. Si la lluvia fuese intensa y no se pudiera celebrar la carrera con luz, se disputaría el lunes. Solo cuatro veces en 100 años, las 500 Millas se trasladaron del domingo al lunes. Circuito. Es un óvalo de 2,5 millas en forma rectangular que se traza siempre en sentido contrario a las agujas del reloj. El peralte de sus curvas es de 9 grados. Solo tiene cuatro curvas, todas de 90 grados. Los pilotos realizan cada vuelta sin frenar, con el pedal del acelerador a fondo. Coches. Son todos iguales, fabricados por Dallara con el modelo IC-12. El motor es un V6 doble turbo de 2,2 litros. Sólo hay dos fabricantes de motores, Chevrolet y Honda. Los neumáticos son Firestone. La potencia máxima es de 700 caballos de fuerza. La velocidad máxima alcanza 380 km/h. Cuestan alrededor de 3 millones de euros y cada uno, aunque sea del mismo equipo, puede llevar los colores y patrocinadores que requiera cada piloto. Pilotos. Los mejores pueden llegar a cobrar tres o cuatro millones anuales, aunque una gran mayoría entran en los equipos y conducen los coches después de aportar patrocinadores que lucen en el monoplaza. Tráfico. Es una de las claves de la prueba, aprender a rodar con muchos coches en la pista y al rebufo de ellos. Todos los pilotos tienen opción de ganar, según cualquier pronóstico. El muro tiene un sistema que amortigua los golpes. El problema es la valla superior del muro, que en palabras del español Oriol Serviá, es «como un rallador de queso». Paradas. El pronóstico normal es parar seis veces en los garajes., para echar gasolina y cambiar los neumáticos en cada detención. Un tramo normal entre parada y parada son 30 vueltas. Horario y dónde verlo. La carrera podrá verse en directo por televisión a través de la retransmisión del canal Movistar + F1. Comienza a las 20.30 horas. Mientras que en Internet podrá seguirse al minuto en la web de ABC.
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