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    Tiger Woods (82 golpes) sucumbe en el National y firma su peor resultado en Augusta


    Los grandes torneos de golf están llenos de tradición y de mística, por eso a los aficionados les gusta que triunfen las figuras y los jóvenes valores. Y más en una cita como la del Masters, donde los ganadores tienen un poso especial y las estrellas emergentes deben aprender a tocar las teclas del National a pasos agigantados. De ahí que cada año se alternen en los deseos de los miles de seguidores que abarrotan este vergel los gritos de ánimo a unos y a otros. En la presente edición, las dramáticas condiciones climáticas del viernes provocaron un cataclismo en la clasificación, lo que obligó a que sólo los hombres más curtidos (los que saben lo que es el triunfo aquí) y los más en forma (los aspirantes) alcanzaran el fin de semana. Y una vez en la ronda sabatina, que pelease cada uno con sus fuerzas para sacar el máximo partido. De los expertos con 'majors' a sus espaldas, los más destacados eran Scottie Scheffler (un Masters), Collin Morikawa (un PGA y un 'British') y Bryson DeChambeau (un Open USA), que tiraron de galones para marcar el ritmo en un campo duro y rápido a causa de la fuerza de Eolo; por parte de los aspirantes a entrar en el olimpo del golf, Max Homa, Ludvig Aberg y Nicolai Hojgaard lo apostaban todo a una carta en esta vuelta. En especial los dos europeos, debutantes en la prueba y con el íntimo convencimiento de no tenerle miedo a nadie y con poco que perder. Noticia Relacionada Golf estandar No Los extremos de Jon Rahm y Tiger Woods se tocan en Augusta Miguel Ángel Barbero Los caminos del campeón vigente y el mito convergen en los hoyos de Georgia Las garras del diseño de Bobby Jones aparecieron afiladas al máximo y únicamente doce hombres fueron capaces de no arañarse y firmar números rojos. La mejor marca provisional nunca mejoró el -7 y lo habitual fueron los cambios en la cabeza en torno a seis bajo par en función de las rachas de los citados favoritos, pues ninguno de ellos fue capaz de soportar el liderato con firmeza. Dicho esto sin tinte negativo, ya que el mero hecho de mantenerse en un rango de dos o tres dígitos de margen era signo de gran dureza mental. En esas condiciones los miles de fanáticos que abarrotaban las calles iban alternando sus apuestas entre unos y otros, hasta el momento en el que los europeos se fueron viniendo abajo en los momentos decisivos. El sueco con dos 'bogeys' seguidos en los hoyos 14 y 15 y el danés con una pésima racha de cinco fallos consecutivos (entre el 11 y el 15) que acabaron con sus opciones. Al acabar el día Scheffler (-7) se sintió más firme y con un gran final de 'eagle' en el 13 y 'birdies' en el 15 y el 18 se marchó a dormir como líder en la casa club y sabedor de ser el gran favorito para lograr su segunda chaqueta verde. Sólo necesita mantener la serenidad en una última jornada que promete ser inolvidable. Es el número uno del mundo y debe certificarlo una vez más. Tiger pagó caro el peaje del viernes Por su lado, tres de los antiguos vencedores, Tiger Woods, José María Olazábal y Jon Rahm salieron trasquilados de la jornada en mayor o menor medida. El quíntuple ganador, porque el viernes había establecido un increíble registro de veinticuatro cortes superados con su gran actuación de la segunda vuelta y, atendiendo a su espíritu competitivo, salía a reverdecer todos sus laureles. Sin embargo, el hecho de que hubiera tenido que disputar veintitrés hoyos en unas durísimas condiciones climáticas (los cinco que le quedaron del jueves y los dieciocho de la segunda ronda) le costó muy caro. Se le veía muy rígido en sus movimientos y sin un 'swing' fluido, aunque al haberle visto manejarse bien con lluvia y viento nada hacía pensar que con sol y poco viento se fuera a venir abajo unas horas después. Y eso es lo que pasó. No se encontró cómodo desde sus primeros agujeros y los pasó con 42 golpes (+6) después de estar fallón tanto fuera como dentro de los tapetes. En los restantes no le fue mucho mejor (40) y acabó con un total de diez sobre par, la peor tarjeta de sus 99 registradas en Georgia; y lo que es más significativo, la primera vez desde el Open USA de 2015 en que sumaba más de 80 impactos en una ronda. De todas formas, tampoco hay que rasgarse las vestiduras. El simple hecho de verle tan concentrado y feliz recibiendo las ovaciones del público dejaba claro que el cariño le alimenta después de lo mal que lo ha pasado en los últimos años. No todo en la vida es ganar. Los españoles también sufrieron El caso del mal resultado de Olazábal (75), sin embargo, estuvo más motivado por su incapacidad para embocar con fluidez que por otra cosa. Jugó con una facilidad y rectitud como hacía tiempo que no se le recordaba y se le vio disfrutar por las calles de este club que tanto ama. Sin duda que estas rondas extras que le ha deparado el clima en 2024 le van a servir para disfrutar del torneo de una manera que no habría imaginado semanas atrás. «No me esperaba seguir en acción, fue una sorpresa porque algunos jugadores se liaron al final y me abrireron la puerta. Y sobre todo es un logro teniendo en cuentas los grandes nombres que se quedaron fuera», reconoció al terminar. Ahora bien, una vez metidos en harina, se trataba de paladear una vez más el diseño de Bobby Jones. Y, lo que son las cosas, con las condiciones más benignas que la víspera, el resultado fue peor para el guipuzcoano. «El viernes estuve fenomenal, en general muy consistente y hoy he fallado algo más, pero bueno… en general bastante bien. Me he divertido un poquito menos que ayer, pero estoy encantado». Noticia Relacionada Golf estandar Si Los golpes exclusivos de un aspirante a la chaqueta verde Miguel Ángel Barbero Los golfistas explican los tiros que demanda el exigente Augusta National A Rahm el sábado se le atragantó. Es el defensor de la chaqueta verde y quería darlo todo para tratar de retenerla un año más, pero su juego no le ha acompañado en ningún apartado. Ni en los tiros largos, ni en los cortos, ni en los 'greens'. Y así es muy difícil poder competir por mucho que su carácter así lo intente. Se hace duro ver el sufrimiento de un ganador que intenta darlo todo en cada golpe, pero al que la bola no obedece en absoluto. Esta va donde quiere y el resultado acaba por desesperar al más pintado, especialmente si eso conlleva fallar 'putts' de un par de palmos. «Estoy buscando algún gesto en el 'swing' que me ayude a tirarla adelante y al final he cogido un poco de confianza, pero tampoco es que haya estado muy cómodo», indicó. Con el campo rápido y duro hay que hilar muy fino para pintar de rojo las tarjetas, por lo que el vizcaíno sabe que sus opciones pasan por remar el domingo con optimismo. «Será otro día. Si empiezo bien y me acerco al par total creo que me puedo meter en el top 10. Ganar ya es complicado, pero al menos tener la opción de terminar el torneo con buen sabor de boca». Lo dijo con esa mirada suya de las grandes remontadas. Habrá que confiar en ella. Tercera jornada Masters de Augusta Clasificación 1. Scottie Scheffler (EE.UU.) 66+72 + 71 (-7) 2. Collin Morikawa (EE.UU.) 71+70 + 69 (-6) 3. Max Homa (EE.UU.) 67+71 + 73 (-5) 4. Ludvig Aberg (SUE.) 73 + 69+70 (-4) 5. Bryson DeChambeau (EE.UU.) 65+73 + 75 (-3) 28. Jon RAHM (ESP.) 73+76 + 72 (+5) 47. Chema OLAZÁBAL (ESP.) 77+73 +75 (+9) 52. Tiger Woods (EE.UU.) 73+72 + 82 (+11)
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