Todo o nada en Montjuic

Barcelona y PSG se juegan esta noche su credibilidad en noventa minutos. La posibilidad de seguir soñando con reinar en Europa o la decepción por una nueva eliminación en la Champions League . Xavi y Luis Enrique se juegan la nota de sus proyectos. Bajo el paraguas de un mismo estilo, catalán y asturiano pelearán por meterse en semifinales. Los azulgranas parten con la ventaja de jugar en casa y tener el marcador a favor ( 2-3 en el Parque de los Príncipes ) tras dos años consecutivos cayendo eliminados en la fase de grupos y numerosas decepciones desde que levantaran la Orejona en 2015. El PSG, con estrellas como Mbappé o Dembélé, carga con la pesada mochila de sus continuos resbalones en la máxima competición continental desde que el grupo Qatar Investment Authority (QIA) comprara el 70 % del club en 2011 con el objetivo prioritario de conquistar la Liga de Campeones. Desde entonces, por mucho que lo intente, el PSG no logra ser un equipo y simplemente es una constelación de estrellas que priorizan sus propios intereses al bien común. Si el Barcelona ha encontrado en su cantera la solución a las numerosas bajas que han asolado a su plantilla este año, la política del PSG ha sido una inversión millonaria para coleccionar los mejores cromos del momento. Mbappé o Neymar en 2017 y Sergio Ramos o Messi en 2021 solo son la punta del iceberg de un faraónico proyecto que acumula más de una década de fracasos y que colocan a Nasser Al-Khelaifi en la picota. Es la última oportunidad para el jeque de ganar un torneo del que jugaron la final en 2020 (perdieron ante el Bayern 1-0) y en el que llevan cayendo en octavos de final en las dos últimas temporadas (ante el Real Madrid en la 2021-22 y el Bayern en la 2022-23) antes de que Mbappé ponga punto final a su etapa parisina. El club francés se queda sin estrellas mediáticas y desde Qatar cuestionan a Al-Khelaifi, al que le han dado todas las herramientas sin escatimar en el coste. Noticias Relacionadas estandar No Fútbol Raúl García, tercer jugador con más partidos en la historia de la Liga, anuncia su retira a final de temporada Jorge Abizanda estandar No Fútbol El gran dilema de Ancelotti para la vuelta ante el City Rubén Cañizares El Barcelona, que hace poco aseguraba que no le daba para competir en Europa, se siente fuerte. Cumplido el objetivo de meterse en los cuartos de final contemplado en los presupuestos para que no se computaran pérdidas en el ejercicio, desde la planta noble de Arístides Maillol se frotan las manos con la posibilidad de ingresar los 7,5 millones de euros con los que la UEFA premia a todos los clubes que alcanzan las semifinales. Además, el Barcelona se juega mantenerse vivo en la pelea por disputar la próxima temporada en nuevo Mundial de Clubes, que supondría una inyección económica de unos 50 millones de euros solo por participar. Es cierto que aún eliminando al PSG el club catalán tiene muy complicado estar en el torneo pero todo dependerá de lo que haga también el Atlético de Madrid, equipo con el que se juega el billete para Estados Unidos. Separados por seis puntos, el Barcelona debe ganar esta noche, además de los dos partidos de semifinales, y que el equipo de Simeone quede eliminado en Dortmund. Con un empate, ya le valdría al conjunto rojiblanco para tener su billete. Eso sí, si el Barça gana la Champions se adjudicaría la plaza que queda para el campeón de este año. De momento en el Barcelona todo es optimismo. Los últimos resultados refuerzan esa sensación y el 2-3 de la ida confiere cierta ventaja a los azulgranas. El abrazo entre Laporta y Xavi durante el entrenamiento matinal de este lunes escenificó el buen ambiente que transmite el equipo catalán. Unas semifinales serían el argumento perfecto para que el técnico diera marcha atrás en su decisión de dejar el cargo en junio. Un abrazo de confianza que dista mucho de la escasa paciencia que tiene el PSG con sus entrenadores (siete técnicos en 13 temporadas: Ancelotti, Blanc, Emery, Tuchel, Pochettino, Galtier y Luis Enrique). «Para nosotros es una oportunidad muy grande como club. Estamos excitados. Es un momento importante para el barcelonismo. Hay ilusión. Se nota en la calle. Hemos recuperado la ilusión que tanto ha faltado durante la temporada. Estoy muy motivado, contento y orgulloso de estar en cuartos y tener la opción de estar en semifinales tras cinco años. Estoy muy contento, eufórico e ilusionado de estar donde estamos», explicó Xavi.
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