El bono social eléctrico solo llega al 24% de los potenciales beneficiarios
Los españoles -junto a los portugueses- fueron los ciudadanos europeos que más dificultad tuvieron para mantener su hogar caliente en el invierno de 2023. En concreto, un 20,8% de los residentes de nuestro país no pudieron calentar su vivienda a una temperatura adecuada según el dato publicado ayer en el 'Informe del Estado de la Energía 2024' por la Comisión Europea. Se trata de el mayor porcentaje de la UE en pobreza energética, seguido de Portugal (con la misma proporción), Bulgaria (20,7%) y Lituania (20,0%). Sin embargo, a pesar de liderar en pobreza energética, el bono social eléctrico solo llega al 24% de los posibles beneficiarios en nuestro país. Así lo desprende el último análisis de cobertura publicado este jueves por Oxfam y Esade '¿Llega el bono social a quien lo necesita?', que plantea la existencia de problemas en el diseño de la política. Tal y como cuenta el análisis, casi 8 de cada 10 beneficiarios potenciales no recibe el bono social eléctrico. Su tasa de cobertura está en el 24,5% siendo especialmente alta para las familias numerosas (colectivo para el que la cobertura llega al 45,5%). Además, cuenta el informe, una gran parte de quienes sí se benefician no son familias vulnerables . De hecho, el 60% de las familias numerosas con ingresos medios o altos reciben la ayuda. En contraste, la tasa de cobertura baja al 20% para las que cuentan con una renta baja y al 9,2% de los jubilados con pensión mínima. «Los determinantes de la pobreza energética son, según los últimos estudios son los ingresos del hogar; el desempleo del sustentador principal; un bajo nivel educativo; haber nacido en el extranjero; la composición familiar y el hecho de estar en un hogar monoparental», explica el análisis realizado por Natalia Collado y Ángel Martínez. Los determinantes a la hora de recibir la ayuda, sin embargo, son tener una potencia contratada inferior a 10kW; que el nivel de renta de la unidad de convivencia sea igual o inferior a 1,5 veces el IPREM de 14 pagas (12.600 euros/año); ser familia numerosa; ser un hogar formado por pensionistas con la cuantía mínima vigente y no percibir otros ingresos que superen los 500€ anuales; o percibir el Ingreso Mínimo Vital. Una vez concedido, garantiza un descuento de entre un 25% y un 80% según características del hogar. «La existencia de hogares con alto poder adquisitivo que se benefician del descuento choca con la población objetivo del mismo: los hogares en situación de pobreza energética», cuenta el análisis. Que también critica que «el propio diseño de los requisitos da lugar a esta paradoja, de los tres existentes (renta, familia numerosa y jubilados con pensión mínima) solo necesitas acreditar uno de ellos. Así, si eres familia numerosa el nivel de renta no se tiene en cuenta para la concesión de la ayuda». Como consecuencia de esto, aunque 2 de cada 3 beneficiarios eran de renta baja, 1 de cada 3 no lo es. Y proponen que, entre las soluciones , «parece apropiado reconsiderar la definición de criterios» . Es decir, introducir un máximo de renta para las familias numerosas, definido de manera que solo excluya a hogares que claramente no necesitan de ningún apoyo monetario. Según explica el análisis de Oxfam y Esade, existen varios factores que nos ayudarían a explicar la brecha en la cobertura entre hogares ricos y pobres. «Primero, el aumento de los precios energéticos y el consiguiente incremento del gasto en esas partidas durante esos años ha podido llevar a más familias dentro de este grupo a solicitar el bono. Y segundo, la falta de tiempo disponible y otras herramientas de tipo informal (conexiones, conocimiento de cómo navegar la complejidad de los trámites con el Estado) entre los hogares más vulnerables hace que la asimetría de información sea decisiva en este tipo de política», concluye el informe. Además de la brecha por renta, el análisis destaca otras circunstancias que derivan en una menor cobertura por parte del bono eléctrico social. En concreto, cuentan que también existe una brecha entre hogares monoparentales y con ambos progenitores. De hecho, esta se ha en los últimos años analizados por la universidad y la organización: si en 2020 había 3,5 puntos de diferencia, en 2022 había ya 12 puntos.En contraste, en 2022 la cobertura de hogares con todos los miembros nacidos en España duplicaba a la de hogares con alguna persona nacida en el extranjero (27% vs 13%). Asimismo, para los hogares con vivienda en alquiler, la brecha se ha mantenido en 8-10 puntos durante estos tres años (19% de cobertura en 2022 frente al 27% para los hogares en propiedad). La evolución de la la tasa de cobertura del bono, sin embargo, ha crecido con el tiempo. Según los últimos datos analizados por las organizaciones en 2022 fue del 24,5%, habiendo crecido respecto a 2021 (23,2%) y 2020 (22,6%).
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