• Breaking News

    El milagro que necesita Fernando Alonso para la triple corona


    Cualquier parecido con el pasado en este tercer asalto de Fernando Alonso a las 500 Millas de Indianápolis es pura coincidencia. Tras su buena experiencia de 2017 -luchó por la victoria hasta que se rompió su motor Honda- y el fiasco de 2019 -ni siquiera pudo participar al no pasar el corte en la clasificación-, el español está viviendo una situación intermedia con un coche al que le está costando extraer la velocidad en el óvalo, pero en el que tiene mucha confianza pensando en la carrera de esta noche (20.30 horas, Movistar+ F1). El último reto que le queda para conseguir la triple corona y la última oportunidad de conseguirlo antes de volver a disputar el Mundial de Fórmula 1 el próximo año. Esa urgencia contrasta con la tranquilidad con la que Alonso ha preparado estos días la carrera. «He podido ir al baño sin tener que esquivar a los fans», bromeaba el piloto en los días previos a la carrera. Sin público en la grada por culpa del coronavirus, los pilotos han podido esquivar los compromisos comerciales y centrarse en el asfalto. Un alivio para Alonso, pues ha podido mitigar la falta de potencia del motor Chevrolet con horas y horas de pruebas en los entrenamientos libres. El asturiano no tardó en darse cuenta de las carencias de su monoplaza y no ha parado hasta lograr un equilibrio que le permita ser competitivo durante la carrera. Porque a pesar de salir desde el fondo de la parrilla -vigésimo sexto de 33, ni siquiera se esforzó en la primera semana por mejorar en la clasificación a sabiendas de que estaban muy lejos de los coches que montaban motor Honda-, Alonso está convencido de que puede estar con los primeros tras haber logrado incrementar el rendimiento de su McLaren. «Estoy confiado. Creo que tenemos una buena puesta a punto y tenemos ambición. Eso sí, debemos hacer una carrera perfecta, eso está claro. Para ganar necesitas ritmo, adelantamientos, poco consumo, buenas paradas, suerte en las banderas amarillas... Es un cúmulo de factores», explica el piloto español, mucho más relajado estos días en el óvalo de lo que estaba en 2017. La experiencia es un grado y Alonso lo sabe bien. Ha podido acumular muchos kilómetros para conocer la reacción de su McLaren y espera que la fortuna que no le acompañó hace tres años sea esta noche su aliada. Su idea es salir con calma, a pesar de hacerlo desde el fondo de la parrilla, porque sabe que la carrera no se decidirá hasta las últimas 30 o 50 vueltas. «Las opciones están ahí para todos. No creo que haya mucha diferencia entre salir el 7º o el 30º, lo hemos visto todos los años», explica. Mucho más arriba, en la séptima plaza, partirá el otro español en la prueba. Un semidesconocido Álex Palou, debutante en la mítica carrera de Indianápolis, que ha brillado desde que aterrizó en el óvalo. De hecho, estuvo en el «Fast Nine» luchando por la pole y confía en poder estar, como Alonso, entre los aspirantes al triunfo a pesar de ser su primer intento en las 500 Millas. El maleficio de los Andretti Lejos de Alonso en la parrilla estará Marco Andretti, pole por primera vez en Indianápolis, donde el domingo pasado acabó con una maldición que duraba 50 años. Hasta cinco generaciones de su familia habían intentado sin éxito alcanzar ese puesto privilegiado y solo uno, su abuelo Mario, ha conseguido hasta ahora el triunfo. La presión familiar volverá a subirse a su coche, pues tras acabar con el maleficio de la clasificación, el piloto tratará de alzarse con la victoria y ser el segundo Andretti en lograrlo. Querrá evitarlo Alonso, en su último asalto a la triple corona antes de regresar a la F1 el próximo año.
    Read More

    No hay comentarios

    tabola